miércoles, 15 de abril de 2015

Tú eres tú y lo que eras. La web: ni olvido ni perdón I

Acabo de ver dos charlas TED estupendas que me gustaría comentar.
Como el resto de este blog son relacionadas con el uso actual de redes sociales y lo que de nosotros dice nuestra identidad digital.

Comencemos viendo la primera de las charlas:



Es curioso que al verla he recordado una charla que tuve con mi madre. Hablábamos de tener un diario, un diario personal. Me decía que había que ser muy cuidadoso con lo que se escribía, que quedaba para siempre y que, lo que se escribía había de ser leído en uno u otro momento, lo que no sabíamos era por quién. En otras palabras, podíamos decir alguna barbaridad, hacer una broma de mal gusto, criticar a alguien. Las palabras se las lleva el viento, pero solo las orales. En el recuerdo podían modificarse, suavizarse o eliminarse. Una vez escritas esto ya no era posible.

En algún momento de clarividencia asocié esto con la web, en la que todo queda escrito, fotografiado, grabado, etc. Y además, su soporte virtual hace que sea difícil que desaparezca. ¿Qué significa esto? Que nuestros errores nos acompañarán para siempre... ¿Recuerdas aquel grupo musical que amabas hace unos años y que sientes ahora vergüenza al recordar? A la web no le incomoda y lo recordará para siempre.
Es un ejemplo de poca monta, pero no siempre tiene por qué ser así. Quizás quieras buscar, porque tienes su DNI por alguna razón a cierta persona y, ¿qué encuentras? Su historial de multas de coche en la Comunidad de Madrid. El ejemplo es real. ¿Qué imagen te llevarías de una persona con la que vas a trabajar y descubres que tiene una multa por conducir habiendo bebido más de la cuenta? Y, sin embargo...¿estamos seguros de que podríamos tirar la primera piedra?

Por internet circuló un vídeo bastante revelador al respecto:


Es una idea que lleva tiempo preocupándome por la cantidad de implicaciones que tiene. Por una parte, por supuesto, el control que tenemos sobre nuestra privacidad. Por otra, cómo de predecibles somos por nuestros hábitos, gustos, perfiles, etc., dicho de otra forma, ¿dónde queda nuestra individualidad?
Si alguien sois seguidores de la serie Black Mirror (si no lo sois ya estáis tardando) recordaréis el que para mí es el mejor episodio de esta magnifica serie: The entire history of you. En él un aparato hasta ahora ficticio (aunque las google glasses van en esa línea) permite revisionar de una forma completamente fiel el pasado frente a los ojos de una persona o en una pantalla. El desarrollo de este sencillo punto de partida es magistral y nos deja en el aire muchas preguntas: ¿es realmente beneficioso mantenerlo todo tal y como fue? ¿Nos beneficia el olvido?

Y aquí yo escribiendo este post como un tatuaje...

4 comentarios:

  1. Hola Clara:
    Muy interesante lo que comentas. En el fondo nuestra presencia en Internet y en los medios sociales se podría entender como un diario ya que refleja lo que hacemos, leemos o compartimos día a día. Por eso hay que tener cuidado con ello. De hecho, existen herramientas para obtenerlo como forma de diario, por ejemplo Twitter te da la opción de descargar todos los tweets que has publicado desde el inicio de tu actividad.
    Me ha encantado la relación que haces de todo esto con la serie Black Mirror, porque es el perfecto reflejo de cómo podemos evolucionar con las tecnologías que ya usamos o que empezaremos a usar en poco tiempo. ¿De verdad queremos llegar a estos puntos? Mi mayor problema es que no lo ve tan lejano. Dejo aquí el enlace a la primera temporada de la serie que aún está disponible en la web de Cuatro.
    http://www.cuatro.com/black-mirror/

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  2. Hola chicas.

    Muy interesante lo que comentáis. A mí es uno de los mayores miedos que me da internet. Como ya he dije en algún blog, la falta de privacidad. Y ya no sólo eso. Que como bien dices no podamos borrar cosas de nuestro pasado. Ya no sólo una fotografía que tal vez nunca se debería de haber subido, si no opiniones. Creo que ya todos somos conscientes de lo que pasa, pero puede que hace un tiempo no lo fuéramos tanto y escribiéramos la primera tontería que se nos viniera a la cabeza. Y eso ahora, puede tener repercusiones. Mirad ahora como persiguen ciertos tweets que la gente dejar en las redes, que incitan a la violencia o de machismo, lo cual me parece genial, hay comportamientos que no se deben tolerar de ningún modo, pero… ¿hasta qué punto tenemos que pensar en el rastro que vamos dejando? Hay que pensar todo muy bien antes de hacer nada por la red, porque parece que no es imborrable.

    El capítulo que comentas de Black Mirror, es uno de los que más me impactó de la serie. En general, todos los capítulos te impactan y dejan pensando, pero creo que ése fue uno de los peores, porque lo veo tan cercano…

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  3. Hola! Muy bueno el post y buenísimo ese capítulo de Black Mirror. Solo vi la primera temporada pero la verdad que me hicieron pensar mucho los capítulos y es muy muy recomendable.
    Me gusta la comparativa que haces con ese capítulo y este tema. Como dice Sandra yo tampoco creo que estemos muy lejos de esa evolución tecnológica.
    Hace un tiempo leí que una empresa sueca ha creado unos chips del tamaño de un grano de arroz que han implantado a sus trabajadores y con el que se puede acceder al edificio, hacer fotocopias o pagar un café. Aqui os dejo el enlace: http://www.europapress.es/portaltic/sector/noticia-empresa-sueca-ya-implanta-chips-identificacion-empleados-20150130121702.html
    Podríamos entrar en un debate sobre la moralidad de este tipo de chips. ¿De verdad solo sirven para esas tres cosas? ¿No podrán controlar en todo momento en qué lugar se encuentran sus trabajadores? Si han dicho que están malos y no acuden a trabajar quizás puedan asegurarse si está en su casa, en el médico o a saber dónde!

    En cuanto a mi opinión personal creo que debemos tener mucho cuidado con lo que escribimos en la Web porque como dices ella sí se va a acordar de qué hemos puesto y nunca sabemos como nos puede repercutir las palabras dichas en un momento específico.

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  4. Creo que asumimos los riesgos que asumimos porque sabemos que todos estos datos se pierden en una maraña inmensa en la que, o alguien está muy interesado en nosotros, o jamás va a pasar nada. Y, ciertamente, no parece que nadie lo esté... pero, y si después sí?
    Siempre me pongo en un escenario de una distopía en la que una dictadura terrible se dedica a investigar los perfiles virtuales de sus ciudadanos... ¿no habría algo que odiarías haber dicho? ¿de verdad quieres que sean públicas todas esas opiniones?
    Yo no, aunque lo que esté detrás no sea un estado represor...
    Uy, qué intensa me he puesto

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